Dónde nacemos

Begoña Galán22-Ene, 2018

Seguro que más de uno se ha parado a pensar alguna vez en la suerte que ha tenido de nacer donde ha nacido. O la mala suerte. El hecho de no haber elegido en absoluto, de no haber hecho nada para merecerlo, simplemente nacer, llegar al mundo. Y cómo cambia la cosa dependiendo de dónde lo hagas…

Llevo tres meses en Malawi, como voluntaria de África Directo. Estoy en uno de los proyectos más antiguos de la fundación: Alinafe Community Hospital. Un pequeño hospital que empezó como centro de rehabilitación nutricional y que hoy en día, gracias al apoyo de AD durante casi 20 años, cuenta con atención primaria, área de mujeres, hombres, pediatría, maternidad, nutrición, tratamiento para el VIH, y numerosos programas comunitarios que se desplazan para prestar sus servicios a aquellos que no pueden llegar hasta Alinafe. Programas de clínicas móviles en los que cada semana la ambulancia llega hasta aldeas remotas y realiza sesiones de fisioterapia, de cuidados paliativos para enfermos crónicos, programas sociales para huérfanos y numerosas actividades que envuelven a toda la comunidad y fomentan su desarrollo, sin limitarse tan solo al tratamiento médico en el propio hospital.

El trabajo que se hace desde Alinafe y el servicio que presta a toda la comunidad, es admirable, y, sobre todo, necesario. Sólo hace falta darse una vuelta por la zona visitando a sus habitantes para entenderlo.

Antes de venir, traté de hacer un esfuerzo y mentalizarme ante cosas que sabía que me iba a encontrar. Y a lo largo de todos mis viajes por África puedo decir que al final he hecho un poco de callo. Es verdad que siempre he visto la cara amable, que los países por los que me he movido me han mostrado el divertido carisma africano. Aún no he tenido narices de meterme en un Congo, o Nigeria, o pasarme por Somalia o Sur Sudán. Los fantasmas con los que me he cruzado no eran miembros de Boko Haram, no eran una AK-47 ni he tenido que esquivar minas anti personas. He viajado sola y creo que no he sentido miedo nunca, no recuerdo ninguna situación especialmente tensa. Sin embargo, los fantasmas que he visto tenían cara de pobreza, de hambre, de enfermad. He visto los estragos de la malaria, del sida. He querido llorar con el sistema educativo o la falta de él, y he llorado por la situación de la mujer. Y al final, haces callo. 

Pero, aun así, llega un día cualquiera que te llaman de la oficina para que vayas a hacer algunas fotos de una sesión de fisioterapia. Y mientras observo cómo se desarrolla la sesión me encuentro congelada por los pensamientos que se me pasan por la cabeza.

Delante de mi cámara está el trabajador del hospital enseñando a unos jovencísimos padres unos ejercicios físicos para estimular el cerebro de su pequeño de dos años, que pese a haber llegado al mundo sano, a los pocos días de nacer un ataque brutal de malaria le dejó una parálisis cerebral.

Me conmovió enormemente la atención de los padres a las palabras del fisioterapeuta. La mirada de interés y desconcierto hacia las indicaciones, y cómo repetían ellos mismos los ejercicios sobre una colchoneta en el suelo mientras el pequeño no paraba de llorar. Y mientras yo lo veía, escuchaba con atención, hacía algunas fotos, no podía parar de pensar… ¿Qué haría yo si a mi hijo le pasase eso? Y lo primero que me venía a la cabeza es que tendría un millón de ayudas, que, a pesar de lo duro de la situación, si estuviese en España, tanto mi hijo como yo llevaríamos una vida totalmente distinta a la de esa joven familia. Y sólo porque soy española. Yo no he decidido nada, no he hecho nada para merecerlo, pero sé que, aunque viva en África, aunque venga hasta aquí, viva de manera sencilla y me adapte al ritmo local, nunca, nunca voy a estar en las mismas condiciones que la gente nacida aquí.

Si algo así me pasara solo tendría que coger un avión y mi vida cambiaría radicalmente. Y podría hacerlo, en cualquier momento. Pero millones y millones de personas no. No existe ese avión, no existe esa salida. Su salida es luchar sin medios para que su hijo con una enfermedad de ese calibre salga adelante, y tratar de darle la mejor vida posible, a él y al resto de hijos que seguramente tienen o tendrán. No puedo ni siquiera tratar de describir la vida de esa madre, mucho más joven que yo.

Y yo presenciaba esa situación, con el corazón encogido y un nudo en la garganta, pensando qué haría yo si me tocase vivir algo así. Pero no, nunca sería igual.

Por eso creo que es tan importante el trabajo del hospital, el trabajo de Alinafe, y el trabajo de África Directo. Estamos hartos de ver y escuchar historias de este estilo, de la dureza e injusticias que viven los países en vías de desarrollo, pero también hacemos callo y nos tocan poco y desde lejos. Pero cuando estás aquí, ves cómo llega esa ayuda, cómo se materializa. Y me preguntaba, qué sería de esta joven familia si no tuviesen el apoyo de Alinafe. Si no existiera el programa de fisio en el que alguien pudiera explicarles algunas cosas: primero, qué es lo que le pasa a su hijo, por qué no es como los demás, y segundo, qué ejercicios pueden hacer para estimularle, para que poco a poco mejore y la vida de todos sea un poco menos dura.

Me preguntaba qué hacen los millones de familias a los que no les llega este tipo de ayuda. Y a pesar de que se me encogía el corazón al pensarlo, me emocionaba al saber que al menos Alinafe está aquí para unos cuantos. Para unos cuantos muchos a los que da servicio y apoyo en el distrito de Nkhota Nkhota, al ser el único hospital en zona rural, justo en medio de las dos ciudades próximas.

Se ha hecho mucho trabajo, se está haciendo mucho trabajo, y aún queda mucho trabajo por hacer.

Yo nunca podré ponerme cien por cien en la piel de ellos, porque no he nacido aquí. Yo nunca voy a tener los mismos problemas. Siempre voy a tener una salida que por más que me gustaría no puedo compartir. Pero lo que sí puedo hacer es presenciar la salida que ofrece Alinafe, el alivio que supone, la ayuda que significa para estas familias. Y otra cosa que puedo hacer es contároslo. Para que lo sepáis. Para que el apoyo no deje de llegar. Para poner en valor el trabajo que se hace aquí, gracias en parte a la ayuda recibida de España, y para agradecer a todos y cada uno de los que, sin haber elegido donde nacer, si han elegido qué hacer con su vida y es hacer posible que esta joven familia, así como muchísimas otras más, tengan una opción de convertir su dura situación, en una vida un poco más llevadera. De traer esperanza al cálido corazón de África.

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Mi paso por Same

Bego Galan30-Dic, 2017

Hablar de Same es hablar de Lorena. Me vais a permitir que me tome el atrevimiento de hablar de ella sin haberla conocido personalmente, pero lo que más me impresionó de mi paso por Same es la presencia de Lorena en cada rincón.

No la he conocido personalmente, no, pero aun así su muerte me impactó muchísimo, especialmente al saber que había trabajado tanto en los sitios a los que me dirigía, primero Same en Tanzania, y luego Alinafe en Malawi.

Puedo imaginarme el dolor de su familia, de la gente que la quería, pero no sé por qué creo que, a pesar del horror, entienden y encuentran consuelo al saber que murió haciendo lo que amaba. Una persona que acepta un trabajo en una zona de conflicto como Afganistán, con el único objetivo de mejorar la vida de personas vulnerables, es una persona que entrega su vida por los demás, y no en el sentido figurado.

Lorena ha estado mucho tiempo en Same, una ciudad al norte de Tanzania, donde se encuentra Mama Kevina Hope Centre, un centro de rehabilitación para personas con diversidad funcional.

Durante años colaboraba desinteresadamente como voluntaria de Africa Directo, como fisioterapeuta en distintos lugares del continente, dejando su huella en cada uno de ellos.

Pero es impresionante la marca que ha dejado su paso en Mama Kevina.

En una de mis paradas de mi viaje por el Este de Africa, tuve la suerte de pasar unos días en Same, donde las sisters de Mama Kevina y Mother Kevin, ambos proyectos apoyados por África Directo, me acogieron como en casa.

Mama Kevina es un lugar realmente mágico. A pesar de estar pocos días, el cariño y el calor con el que me acogieron hicieron que fuera duro irme de ahí, casi con ganas de salir corriendo para no volver a encariñarme demasiado y partir con pena al despedirme de las personas que ahí viven, cosa que no pude evitar.

Sister Febronia y las demás hermanas hacen un trabajo excepcional, y África Directo está ahí presente para apoyar parte de su funcionamiento.

Pocos días antes de llegar durante este verano de 2017, me enteré de la terrible noticia de la muerte de Lorena. Sabía que era muy querida en Same, hacia donde me dirigía, pero no podía imaginar hasta qué punto.

Tanto, que, de camino en el autobús, se sentó a mi lado un hombre Masai, con sus trajes tradicionales, su bastón, y su amabilidad característica de los miembros de su tribu. Empezamos a charlar un poco, y con mis pocos conocimientos de suajili le hice entender a dónde iba. Mi sorpresa fue inmensa cuando me dijo que conocía el sitio y a algunas de las hermanas, pero lo más impactante fue cuando en un momento dado de la conversación, me preguntó por Lorena. Me quedé blanca sin saber bien qué decir, y finalmente le comuniqué que había fallecido. La cara del hombre era de asombro y pena, asintiendo con la cabeza y mirando al suelo tras darle la noticia. Al poco rato se despidió amablemente y se bajó del autobús para seguir su camino, en medio de la sabana africana. Me quedé pensando en la casualidad de que un hombre que vive en medio de la nada, se suba a mi autobús, se siente a mi lado y me pregunte por Lorena, ahí, tan solo unos días después de muerte. Lorena no sólo dejó su huella en el centro de Mama Kevina, si no que hasta personas de zonas remotas la conocían y la querían.

Cuando llegué a Mama Kevina, conocí a los niños que viven ahí, niños con diversidad funcional, física y psíquica. Y todos y cada uno de ellos me trató como a un miembro más de la familia. Cuando me acercaba a pasar el rato con ellos mientras estudiaban y leían, me dolía la cara de reír, pasándonoslo como enanos mientras leía en suajili y ellos se morían de risa, o mientras me preguntaban sin parar cosas de España. Pero todos tenían la misma pregunta, “¿Conocías a Lorena? Aquí la queríamos mucho”. Cada uno con el que hablé me dijo su nombre en algún momento, y la recordaban con un cariño sobrecogedor.

Cuando Sister Febronia me hizo el tour por el centro, casi en cada instalación se emocionaba recordando el trabajo que había hecho ella allí.

Fue una estancia corta, pero en la que disfruté mucho de la magia de ese lugar, de la alegría genuina de los niños, del amor que transmitían y del cariñoso recuerdo de Lorena.

No tengo palabras para describir la noche en que después de los rezos donde cantamos y bailamos durante horas, salimos recorriendo el centro, en plena oscuridad todos juntos mientras Messe encabezada el grupo bendiciendo con agua bendita cada rincón y el resto de niños le acompañaba mientras cantaban. Es uno de los momentos mágicos que me llevo en mi recuerdo, como me llevaban ellos a mi cogida de la mano.

Lo mejor de conocer Mama Kevina es ver la oportunidad que tienen estos niños que viven ahí, en un país donde tener una discapacidad supone problemas que en España ni nos imaginamos. Pero gracias a Mama Kevina están cuidados, trabajan juntos, estudian, hacen collares y pulseras preciosos con cuentas de colores y acogen al viajero o voluntario como a un miembro más de la familia.

Además de eso, cada día reciben a distintos niños que viven en las aldeas cercanas para hacer sesiones de rehabilitación. Nacer con una discapacidad en una zona remota de África en algunos casos puede ser como morir en vida, pero gracias a lugares como Mama Kevina la desesperación se transforma en esperanza, en superación y en oportunidades de futuro para salir adelante.

Y a eso es a lo que se ha dedicado Lorena durante varios años de su vida, a trabajar por estas personas, siempre con una sonrisa y con un gran sentido del humor como muchas veces me repetían los niños.

A pesar de no haberla conocido, le doy las gracias por el trabajo que ha hecho, del que su familia y amigos deben sentirse tremendamente orgullosos. Y gracias a África Directo por apoyar proyectos como este, y de llevar al encuentro a personas excepcionales como Lorena y todos los que viven en Mama Kevina.

De voluntaria a voluntaria, gracias Lorena, nunca olvidaremos tu entrega y amor por los demás, y me tomo como un regalo personal el haber sido testigo de ello en mi breve paso por Mama Kevina Hope Center.

Asante sana.

Informe desde BidiBidi

Brother Aloysius17-Dic, 2017
Uno de nuestros incansables socios locales, Brother Aloysius, nos envía un informe de la labor realizada en el campo de refugiados de BidiBidi, en Uganda. Gracias a todos los que lo hacéis posible!!!
 

CONMEMORACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DEL SIDA

África Directo03-Dic, 2017

1 DE DICIEMBRE DE 2017 EN ATUPELE COMMUNITY HOSPITAL

El día 1 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la lucha contra el Sida, en todo el mundo se celebran actos dando a conocer las estadísticas, los avances contra la pandemia, … y en la Comunidad del Hospital de Atupele, por supuesto, también.

El día anterior, en la reunión diaria que se hace todas las mañanas, para informar, preguntar, comunicar, debatir, información del Hospital al equipo, al final, nos presentaron a todos los carteles que habían hecho. Y nos anunciaron en que consistiría el acto, para el viernes.

Por la mañana todos ayudaban a llevar bancos, decorar la sala, colgar carteles, llevar bebidas… El acto comenzó con una oración, según iban llegando las autoridades invitadas, se les acompañaba hasta sus asientos. Repartieron trocitos de vela a cada uno de los asistentes, para encenderlas y guardar un minuto de silencio en respeto a las víctimas y enfermos. Un miembro del staff, hizo de presentador de la ceremonia y nos iba dando paso a los diferentes actos.

Se presentaron a las autoridades, y seguidamente, primero se levantó una mujer y después otra, que hablaban muy fervientemente en tumbuka (Todavía no soy capaz de entenderlo), pero su expresividad era enorme, parecían a veces enfadadas y otras súper alegres. Cuando terminaron de hablar cada una, las mujeres sobre todo, se ponían a chillar de júbilo y alegría y se levantaban para abrazarlas y felicitarlas. Me comentaron después, que eran dos mujeres del staff del hospital que estaban infectadas por el VIH y que hablaron de su experiencia, de cómo se puede vivir con la enfermedad, de que hay que cuidarse, de lo importante que es hacerse el test para conocer si estas enfermo o no, de las precauciones que se deben tener para no infectarse… El presentador y un acompañante, les entregaba una camiseta (del Día Internacional del Sida), en agradecimiento.

Acto seguido hubo una representación teatral, tres personas se disfrazaron y mantuvieron una conversación, que debió ser bastante graciosa, por las carcajadas de los asistentes.

A continuación, se hablo de la promotora de bienestar que se ha creado en Atupele, y que todos los miembros del staff, colaboran con una pequeña cantidad todos los meses. A la vez, se entregaron unos sobres con dinero a cinco familias que viven cerca de Atupele y que son beneficiarios de dicho plan. Esta promotora, da apoyo a los paquetes nutricionales que reciben los enfermos. Después de la entrega, Mr. Nyirenda dijo unas palabras, que resumen muy bien en que consiste dicho programa: “El Hospital de Atupele, ha dado un paso más este año, para unirse a la comunidad mundial en la lucha contra esta pandemia, organizando esta acto para que sus empleados y sus familias recuerden el principio rector de la institución hacia la lucha contra el VIH / SIDA” y añadió: “En 2008 presentamos Tovwirane Program en esta instalación, como una forma de implementar la política de trabajo y para analizar los problemas sobre VIH / SIDA entre los empleados y sus familias. El hospital y cada miembro, tienen una contribución mensual a este programa y usamos el dinero para ayudar a los beneficiarios (que están infectados / afectados y tienen una enfermedad crónica) Estoy muy contento de que estemos realizando esta actividad con el financiamiento de nuestra propia contribución local entre los empleados a través del programa Tovwirane en la lucha contra el VIH / SIDA. El programa Atupele Community Hospital a través de tovwirane tiene importantes principios rectores en su operación de actividades para esta lucha contra el VIH / SIDA:

  • Prevención y tratamiento: El departamento de VIH informa y anima a sus empleados / posibles empleados y sus familias, a reducir su riesgo personal, la fidelidad de las parejas casadas y practicar sexo seguro.
  • Tratamiento: Anima a los empleados y sus familias, a hacerse una prueba de VIH para conocer su estado de VIH. Si se descubre que es positivo, se aconsejará al empleado iniciar el tratamiento lo antes posible, según el protocolo.
  • Cuidado y apoyo: Una vida positiva entre los empleados que están infectados / afectados. El programa Tovwirane ofrece un paquete nutricional a los beneficiados mensualmente y anualmente. Y para aquel que lo desee, le facilita la ayuda pastoral, para su consuelo espiritual, a través de la oficina de Chaplain.
  • Estigma y discriminación: Acabar con el estigma entre los compañeros empleados y sus familias. (bajo acción disciplinaria).

El estigma es uno de los grandes desafíos en la lucha contra esta pandemia en un lugar de trabajo, pero el hospital comunitario Atupele, a través del programa Tovwirane y el departamento de VIH, trabajan duro para eliminar esto entre sus empleados y promover una vida positiva”.

Durante toda la celebración, había cortes con canciones alegres y festivas, en demostración de lo importante que era para ellos ese día.

Por último, hablaron las 4 personalidades que fueron invitadas: Mr. Ngwira de Karonga Distric Hospital Head; Mr. Kanyerer de The Chair Person of Hospital Advisory Committee; Mrs. Lcayira de The District Programme Officer; Mr. Mwanza de The Project Coordinator.

“El mundo, la nación, el pueblo de Karonga, y aquí en Atupele, unimos nuestras manos para que todos participen en esta lucha, juntos luchamos para alcanzar nuestra meta”, concluyo Mr. Nyirenda.

 

 

Del autobús al cielo

Lola Martinez Zaragón03-Dic, 2017
En Malaui he descubierto el verdadero significado del ‘estar’. Dicen que hay veces que basta con simplemente estar. Estar en el momento adecuado. Esta frase resume la historia que os vengo a contar. 
 
En el proyecto de Mtendere tenemos un programa de atención hospitalaria a los enfermos que requieren una atención sanitaria, cuidados paliativos y un cierto seguimiento en sus casas dada l imposibilidad de desplazarse al hospital. Esto se realiza a través de visitas semanales por parte de los encargados del programa. Actualmente el programa también da apoyo a aquellos enfermos más graves que no pueden ser tratados en Mtendere a través de un apoyo para el transporte para ser revisados en los mejores hospitales del país. En muchos casos son enfermos de cáncer o presentan alguna discapacidad y sin la ayuda que se les presta no tendrían ninguna opción de mejora dado los escasos recursos con los que cuentan. 
 
Chimwemwe significa felicidad en chichewa. Este es el nombre de un niño que ha sido incorporado recientemente al programa. Todo comenzó un día volviendo a Mtendere desde Dedza. En Malaui estos ‘pequeños’ trayectos se realizan en minibus, un vehículo dond igual caben 15 que 25. Ese día Chimwemwe iba en el minibus delante de mí. Con una señora y otra niña. Podéis ver la foto para entender la impresión que dio ver a un niño tan pequeño con tantos bultos en la cabeza. Inmediatamente supe que había coincidido en el minibus con él por algún motivo. Sin embargo,al estar rodeados de tanta gente no quise incomodar a la señora que iba con él preguntándole por su problema así que me quedé a la espera de ver el sitio en el que paraban. Traté de memorizar el lugar. Iba a volver a por él. Y así fue, tras unos días volvimos y conseguimos encontrarlo en la escuela donde estudiaba. Vino a Mtendere para ser revisado por el clínico encargado del programa quien decidió incluirlo y referirlo a Blantyre, donde hay una sección quirúrgica especializada en niños. 
 
Recuerdo el día que lo recogimos en la ambulancia para llevarlo al hospital de Queen Elisabeth en Blantyre. No sabíamos qué iba a pasar exactamente. Lo que vino después fue una suerte. Tras un primer chequeo lo admitieron en el hospital. La operación era un hecho. Él y su madre se quedaron unos días en Blantyre hasta que finalmente fue operado. Estaba en casa cuando me llamaron diciendo que todo había salido bien. Me emocioné. Como decía, entendí verdaderamente la importancia del ‘estar’….
 
Chimwemwe sigue en Blantyre esperando el diagnóstico de lo estirpado tras la operación porque además necesita un seguimiento de la cicatriz antes de poder volverse. Tendrá que someterse a más operaciones para poder tratar los bultos que le quedan pero ya hemos dado el primer gran paso para mejorar su calidad de vida.
 
Son estas historias las que dan sentido a lo que hacemos, las que agradecen desde el corazón la ayuda que se consigue, las que traen ‘chimwemwe’…..

Bidi Bidi, seguimiento de proyectos.

Almudena de las Heras12-Nov, 2017

 Africa Directo colabora  desde hace unos 10 años con la congregación religiosa Marian Brothers (conocidos también como los Hermanos del Inmaculado Corazón de María), son una institución religiosa para hombres de la diócesis de Arua (Uganda).

Hasta ahora hemos colaborado con el desarrollo educativo y agrícola en la zona de Lodonga en Yumbe, lugar donde se encuentran algunas de las Misiones de los Marian Brothers.

En los años 2015 y 2016 y debido a la guerra civil  en el Sudan del Sur hubo una afluencia masiva de refugiados.  

Ante esta avalancha África Directo junto a los Marian Brothers como contraparte local empezaron a trabajar en el campo de Refugiados de Bidi-Bidi, Yumbe.

La localización del proyecto se encuentra en la zona del West Nile, región comúnmente conocida como Noroeste de Uganda, donde está enclavado el distrito de Yumbe y por tanto la Parroquia de Lodonga donde se encuentran los Marian Brothers.

El Campo de BidiBidi se divide en 5 zonas bien diferenciadas. Cada zona está dividida por los distintos asentamientos, que forman poblados.  Actualmente África Directo junto a los Marian Brothers están trabajando en la Zona 4 Anexo, que comprende los poblados 5, 6, 7, 8, 9 y 10. El acceso al campo es exclusivamente por carretera y no tiene transporte público, por lo que es imprescindible un vehículo privado. De Yumbe a la Zona 4 hay una distancia de 27km.

Hasta ahora la colaboración conjunta en el campo de refugiados a sido la construcción de casi 300 letrinas para familias  mayormente y algunas adaptadas para personas con algún tipo de discapacidad. Así como también hemos iniciado un programa de microcréditos con grupos de mujeres de los asentamientos del Campo.

La próxima acción a seguir será  para ayudar a mejorar la vida y alimentación de los refugiados sur sudaneses del Campo de refugiados Bidibidi, Uganda. El programa consistirá en el reparto de semillas, formación nutricional y agrícola para el buen mantenimiento de las plantaciones y de los asentamientos.

Este programa ya iniciado ayudará a que los refugiados puedan plantar y conocer los métodos agrícolas de la zona y posteriormente con la recolección de la cosecha, ayudar a paliar la falta de alimentos y malnutrición, además de generar un pequeño comercio que ayude a mejorar las condiciones económicas que sufre la población refugiada de Bidibidi, Uganda.

Report micros junio2017 Report micros octubre2017

PresentationlivelihoodsYumbe

Primer Mes en Mtendere

Lola Martinez Aragon01-Ago, 2017

Me llamo Lola, tengo 25 años, soy de Cartagena y hace un mes amanecía por primera vez en Mtendere (Malaui). Quién iba a decirme entonces que en tan solo 30 días viviría tantas experiencias. Mtendere en chichewa significa “paz” y es precisamente esta paz la que te invade desde que pones un pie en el Mtendere Community Hospital, un hospital en el distrito de Dedza regentado por las Teresians Sisters con el que colaboran Fundación Solidaridad Candelaria y África Directo.

formacion malawi

Esta colaboración consiste, por un lado, en un apoyo directo a las distintas actividades del hospital. En Malaui los hospitales no son públicos sino que los pacientes tienen que pagar por los servicios. Es por ello que desde enero de este año se está financiando las admisiones y las transfusiones de sangre del pabellón pediátrico, evitando, de esta forma que el coste de estos servicios constituya un desincentivo para llevar al hospital a los más pequeños. Son estas pequeñas cosas las que te hacen reflexionar sobre lo afortunados que somos por tener un sistema sanitario que no deja atrás a ningún niño por pocos recursos que tenga.
Por otro lado, se apoyan las actividades comunitarias que lleva a cabo el hospital con los grupos más vulnerables: albinos, huérfanos, enfermos con cuidados paliativos, etc. En estos programas se proporciona apoyo de distinta índole: escolar, con el pago de las tasas, uniformes así como a través de la distribución de material; sanitario, con ayudas para las revisiones dermatológica y oftalmológica que reciben los albinos; y nutritivo, mediante la distribución de maíz y semillas entre los beneficiarios para hacer frente a las épocas de mayor hambruna. Este maíz se obtiene, entre otros, de las huertas comunitarias que apoyamos en Fossa, Kanolo y Kaudzu donde, se proporciona a estas comunidades semillas, fertilizantes y demás materiales necesarios para las plantaciones y, posteriormente, se obtiene un porcentaje de la producción que consiguen recolectar (el resto de la producción se la quedan las propias comunidades).
Entre todas estas actividades también se encuentran las escuelas de adultos. Actualmente tenemos tres escuelas de adultos donde las mujeres acuden cuatro veces por semana a aprender el abecedario, leer, escribir, sumar, restar… ¡y hasta multiplicar! Es increíble ver cómo estas mujeres que, en muchos casos, no han recibido nunca una educación básica, ponen todas sus ganas en aprender de cualquier manera pese a estar dedicadas a sus familias las 24 horas. La educación que reciben es irregular dado que con motivo de la época de recolección y plantación muchas de ellas son incapaces de compaginar el trabajo en el campo con las clases y abandonan temporalmente la escuela, lo que dificulta su aprendizaje. Además, en dos de las tres escuelas no se cuenta ni tan siquiera con un espacio cerrado donde enseñar sino que una pizarra portátil y algunos cuadernos es suficiente para conducir las clases. Sin embargo, si acudimos a cualquiera de las clases de primaria de la escuela pública no es que las condiciones sean mejores…un sitio donde un niño comparte suelo con otros cien niños más y donde el profesor trata por todos los medios de lograr que los alumnos sigan adelante y que no dejen la escuela para dedicarse al negocio agrícola familiar. ¡Qué importante es la educación! Como dicen, es lo único que puede cambiar el mundo…pero si los que tienen que cambiarlo están estudiando en estas condiciones, el mundo está condenado a seguir como está.

 

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Visita Pablosky al colegio Saint Anthony. Kamwenge, Uganda.

Pablo de Vega22-May, 2017

Eva Martin nos cuenta en el vídeo cual es el apoyo de Pablosky al colegio Sant Anthony, el principio de un camino conjunto con África Directo. Un millón de gracias !!!! 

 

 

 

Agua en Malawi, ¿pero para qué?

Devline Msowoya05-Feb, 2017

Los primeros expedicionarios y colonizadores llamaron al país de Malawi Nyasaland, que no tiene nada que ver con la la la Land, sino la tierra del lago, porque es obvio que es un país alrededor de un gran lago formado por el Valle del Rift. Los primeros voluntarios de Africa DIRECTO (llamada inicialmente solidaridad con Malawi) conocíamos el país y también nos llamaba la atención que pudiera haber hambre y una agricultura de subsistencia dependiente de las lluvias en un país con un lago tan grande. Estaba claro que ese agua tenía que servir para regar los campos y para alimentar a millones de habitantes que cada año por estas fechas sufren falta de alimentos en el país. Que no hubiera ningún proyecto para utilizar el agua del lago en un programa de irrigación era poco entendible, pero dado los excedentes agrícolas existentes en Europa y Estados Unidos no era fácil que los países donantes que desarrollan políticas de dumping agrícola quisieran financiar la agricultura de un país con mano de obra barata, mucho sol, una gran reserva de agua y tan cercano nuestros mercados… Parece ser que por fin alguien va a usar ese agua pero tiene toda la pinta de que no apoyará la agricultura sino el desarrollo de las ciudades que son por el contrario mercado para colocar nuestros productos y no al revés, una producción para abastecer nuestros mercados.

En cuanto informamos a nuestra contraparte en Malawi de este proyecto que habíamos visto en internet, esta es la respuesta que hemos obtenido:

El proyecto apunta a la ciudad de Lilongwe. Es un buen proyecto Sin embargo, la cantidad podría haber mejorado la disponibilidad de agua para el 80% de la población que vive en las zonas rurales. El proyecto incluso ha evitado el distrito de Salima. He oído que las tuberías de agua pasarán por Salima a Lilongwe dejando Salima seco. Durante casi un mes ya no hay gota de agua en el hospital del distrito de Salima… 

 

 

Articulo escrito por Jose Maria Marquez, Director de África Directo y Devline Msowoya, Director del Hospital de Alinafe, al que África Directo apoya desde el inicio de su existencia.

 

Link a la noticia original en ingles: 

 

 

Campo de refugiados en Sur Sudan

áfrica directo10-Jul, 2016

 

Pablo de Vega y Almudena de las Heras vuelven a España en breve. Nos alegrará enormemente verles y poderles abrazar para agradecerles el trabajo realizado en Etiopia y Sur Sudan. Entre otras muchas cosas, nos han hecho testigos con sus vídeos del gran trabajo que realizan allí nuestras contrapartes locales; Hermanas que rodeadas de gente con una gran humanidad, sacan como pueden adelante el día a día.Las múltiples necesidades son evidentes. Gracias a todos aquellos que ayudáis a que sean menos !!!!!!

Para ver la realidad de lo que allí sucede pincha aquí