Laboratorio con algo increíble, luz !!!!

áfrica directo03-Abr, 2018

Las Hermanas Teresian que trabajan en Zambia han encontrado la necesidad de ofrecer la enseñanza secundaria en el Oeste de Lusaka, ya no hay ninguna escuela secundaria en el área. Muchos padres no pueden pagar los gastos de transporte para enviar a sus niños a la ciudad a diario. Ahora mismo, hay 2 clases de grado 8 con 42 alumnas y en continua ampliación.

En sus esfuerzos para realizar el objetivo de dar la mejor educación a los niños, tienen desafíos como el de intentar ofrecer una educación de calidad en la medida de lo posible. El Laboratorio de la escuela de San Columba cubre por ello la necesidad de dar la oportunidad a los alumnos de experimentar en el entorno científico. Como a este área de Lusaka sí llega la luz (algo no muy frecuente en las zonas rurales donde colabora AD) estos alumnos tendrán la oportunidad de trabajar con maquinas que la precisen, y estudiar cuando caiga el sol.

El donante que permite llevar a cabo este proyecto en desarrollo es da Valor (una iniciativa de AZ Valor), un millón de gracias !!!!!

 

Los mejores tanques son… los de agua !!!!!!

África Directo28-Mar, 2018

Por necesarios no pueden ser más bonitos. Los 16 tanques de agua, de 5.000 litros cada uno, llegaron a Uganda enviados por África Directo con la gran ayuda de Auara.org y otros donantes. Su destino final, como podéis ver en las fotos, ha sido el hospital y la escuela de Butare.

Los estudiantes de secundaria, que recibieron los contenedores aplaudiendo, formaron equipos para descargar los 4 asignados a las escuelas. Ahora «tan solo» queda ver su colocación exacta y…. a beber !!!!!!!!

 

 

Más madera !!!!!!

África Directo25-Feb, 2018

En la película de los Hermanos Marx las tablas que alimentaban la locomotora al grito de Groucho de «más madera» eran las del propio tren, pero como el objetivo era loable (fastidiar los planes del malo) todos lo entendíamos. La falta de combustible obliga en muchas ocasiones a «tirar» de los arboles que hay en la zona para leña, también muy comprensible; en otras áreas, sin embargo, nunca los hubo. En cualquier caso, la solución es plantarlos.  Y en ello estamos. Todas las regaderas que veis en las fotos son para abastecer de agua a los arboles frutales que llegaron la semana pasada al campamento de refugiados de BidiBidi, en Uganda. En estos montes de pastoreo nunca existieron frutales debido a la mala calidad de la tierra; pero ahora, intentamos que los haya…  Junto con las regaderas se han repartido herramientas para aquellos que aún no tenían en la Zona 4, en los villages 6, 9 y 10. Un millón de gracias a todos lo que hacéis posible el dar esperanzas de que todo va a ir mejor !!!!!!

Vacaciones tras…. 9 años !!!!!

África Directo25-Feb, 2018

Cesáreas, circuncisiones, hernias… Desde que se inauguró el quirófano del hospital Padre Pio en Kamwengue a principios de este mes, muchas han sido las operaciones llevadas a cabo, tantas que según nos cuenta Mar desde allí, se han obligados a hacer una partición con madera en la ward de las mamás, para poder alojar a las pacientes en los postoperatorios, ya que la Recovering Room, sala construida con ese propósito, no daba la capacidad suficiente.

Es una inmensa alegría saber que el quirófano, tan necesario, está funcionando con normalidad. Si el volumen de operaciones se mantiene, cosa que es de esperar, será necesario construir una Surgical Ward, sala que dará apoyo exclusivamente al quirófano.

Todas estás modificaciones, como tantas otras, las ha llevado a cabo Sister Kiara, trabajadora incansable, Es por ello, que la otra alegría que nos manda Mar es la de saber que, tras nueve años sin vacaciones, esta sister va a descansar veinte días. Sin duda, sin personas con esta abnegación sería imposible para nosotros llevar la ayuda hasta los que más lo necesitan. Un millón de gracias desde aquí a todas nuestras contrapartes en el terreno !!!!!!

 

Pd: En Marzo se han llevado a cabo 20 cesáreas, el doble que el mes de Febrero !!!!

Donaciones de sangre para el Hospital de Kamwengue !!!!

África Directo11-Feb, 2018

África Directo trabaja y colabora  con la Congregación de las Evangelizing Sisters en el Hospital de Padre Pio  desde el 2008, año en el que se comenzó la construcción del Hospital de Padre Pio en Kamwenge.

Gracias a la apertura del quirófano en los últimos meses se está pudiendo abordar muchos casos sobretodo derivados de la Maternidad que son atendidos ya en Padre Pio.

Debido a este movimiento de operaciones ha habido que hacer una campaña de donación de sangre a la que han acudido numerosos habitantes de Kamwenge y ahora el banco de sangre  del Hospital esta listo para atender las necesidades mas urgentes en materia de transfusiones durante las operaciones que se llevan a cabo.

Queremos agradecer a todos los donantes que han contribuido a mejorar el nivel de vida de los habitantes del distrito de Kamwenge que reciben asistencia médica de calidad en Padre Pio Hospital.

 

La ilusionante llegada de Arboles Frutales a BidiBidi !!!!

África Directo11-Feb, 2018

Ya están en BidiBido, el campo de refugiados más grande del mundo, los arboles frutales que ayudaran a que parte de estas personas puedan tener una mejor alimentación. Los arboles proporcionarán aguacates, Jack Fruit, mangos y papayas. Todo un lujo para esta gente que ha tenido que dejar sus casas en Sur Sudán y que están acogidos en Uganda. 

Pablo y Almudena, voluntarios de África Directo, se han encargado de que en la granja ya esté preparada la tierra para regarlos convenientemente hasta marzo, mes en el que serán plantados.  Del mismo modo, están coordinando con los beneficiarios la apertura de los hoyos.

Junto con los arboles ha llegado el compost, estiercol de cabra y vaca, que ayudará a que los arboles enganchen bien a la tierra a pesar de la terrible sequía, cosa que esperamos que suceda al ser una especie local.

De ser así, los primeros que veréis las fotos seréis vosotros. Un millón de gracias a todos los que lo hacéis posible !!!!!  

 

Kamwezi: Un proyecto como los tres Mosqueteros (que eran cuatro…).

Mar Juan Sanchez22-Ene, 2018

En una zona rural muy remota de Uganda, junto a la frontera con Rwanda, se encuentra la aldea de Kashekye, junto a Kamwezi. Allí trabaja la Congregación religiosa local de las Evangelizing Sisters en un pequeño Centro de Salud.
Dada la precariedad de dicho Centro, AFRICA DIRECTO construyó un DISPENSARIO en 2016 con diferentes salas para atención de los pacientes, laboratorio, farmacia, oficina, y baños para pacientes y personal sanitario (video en nuestro canal de You Tube: https://www.youtube.com/watch?v=qRhsVkhCzAw )
En 2017 hemos conseguido apoyar nuevas mejoras en esta zona:
1. Mejoras en el programa sanitario con la construcción en 2017 de una Maternidad y un incinerador de residuos quirúrgicos, y la rehabilitración de las salas de ingreso de pacientes. En 2018 completaremos las construcciones con la rehabilitación de unas salas para vacunaciones, atención a pacientes seropositivos y mujeres embarazadas.
2. Ampliación de la Escuela Secundaria St. Mark Secondary school que incluye alumnos desde “Senior 1” a
Senior 4” (O Level). Se construyó un Laboratorio y dos aulas. Para el próximo curso asistirán al colegio 150 estudiantes de los cuales 105 son internos, siendo prioritario construir nuevas letrinas y rehabilitar los dormitorios y alguna de las aulas.
3. Enviamos desde España una estacion eléctrica solar muy completa para proporcionar luz al Centro de Salud de Kashekye (Dispensario, Maternidad y Salas de ingreso), y un ingeniero español fue a Kashekye a instalarla.
4. Y finalmente, gracias a la ayuda de una donante amiga de África Directo, terminamos la construcción de la casa en la que viven las hermanas.

Para ver fotografías e información más detallada pincha este link: 1801_Kamwezi_Informe Final Obras 2017

Dónde nacemos

Begoña Galán22-Ene, 2018

Seguro que más de uno se ha parado a pensar alguna vez en la suerte que ha tenido de nacer donde ha nacido. O la mala suerte. El hecho de no haber elegido en absoluto, de no haber hecho nada para merecerlo, simplemente nacer, llegar al mundo. Y cómo cambia la cosa dependiendo de dónde lo hagas…

Llevo tres meses en Malawi, como voluntaria de África Directo. Estoy en uno de los proyectos más antiguos de la fundación: Alinafe Community Hospital. Un pequeño hospital que empezó como centro de rehabilitación nutricional y que hoy en día, gracias al apoyo de AD durante casi 20 años, cuenta con atención primaria, área de mujeres, hombres, pediatría, maternidad, nutrición, tratamiento para el VIH, y numerosos programas comunitarios que se desplazan para prestar sus servicios a aquellos que no pueden llegar hasta Alinafe. Programas de clínicas móviles en los que cada semana la ambulancia llega hasta aldeas remotas y realiza sesiones de fisioterapia, de cuidados paliativos para enfermos crónicos, programas sociales para huérfanos y numerosas actividades que envuelven a toda la comunidad y fomentan su desarrollo, sin limitarse tan solo al tratamiento médico en el propio hospital.

El trabajo que se hace desde Alinafe y el servicio que presta a toda la comunidad, es admirable, y, sobre todo, necesario. Sólo hace falta darse una vuelta por la zona visitando a sus habitantes para entenderlo.

Antes de venir, traté de hacer un esfuerzo y mentalizarme ante cosas que sabía que me iba a encontrar. Y a lo largo de todos mis viajes por África puedo decir que al final he hecho un poco de callo. Es verdad que siempre he visto la cara amable, que los países por los que me he movido me han mostrado el divertido carisma africano. Aún no he tenido narices de meterme en un Congo, o Nigeria, o pasarme por Somalia o Sur Sudán. Los fantasmas con los que me he cruzado no eran miembros de Boko Haram, no eran una AK-47 ni he tenido que esquivar minas anti personas. He viajado sola y creo que no he sentido miedo nunca, no recuerdo ninguna situación especialmente tensa. Sin embargo, los fantasmas que he visto tenían cara de pobreza, de hambre, de enfermad. He visto los estragos de la malaria, del sida. He querido llorar con el sistema educativo o la falta de él, y he llorado por la situación de la mujer. Y al final, haces callo. 

Pero, aun así, llega un día cualquiera que te llaman de la oficina para que vayas a hacer algunas fotos de una sesión de fisioterapia. Y mientras observo cómo se desarrolla la sesión me encuentro congelada por los pensamientos que se me pasan por la cabeza.

Delante de mi cámara está el trabajador del hospital enseñando a unos jovencísimos padres unos ejercicios físicos para estimular el cerebro de su pequeño de dos años, que pese a haber llegado al mundo sano, a los pocos días de nacer un ataque brutal de malaria le dejó una parálisis cerebral.

Me conmovió enormemente la atención de los padres a las palabras del fisioterapeuta. La mirada de interés y desconcierto hacia las indicaciones, y cómo repetían ellos mismos los ejercicios sobre una colchoneta en el suelo mientras el pequeño no paraba de llorar. Y mientras yo lo veía, escuchaba con atención, hacía algunas fotos, no podía parar de pensar… ¿Qué haría yo si a mi hijo le pasase eso? Y lo primero que me venía a la cabeza es que tendría un millón de ayudas, que, a pesar de lo duro de la situación, si estuviese en España, tanto mi hijo como yo llevaríamos una vida totalmente distinta a la de esa joven familia. Y sólo porque soy española. Yo no he decidido nada, no he hecho nada para merecerlo, pero sé que, aunque viva en África, aunque venga hasta aquí, viva de manera sencilla y me adapte al ritmo local, nunca, nunca voy a estar en las mismas condiciones que la gente nacida aquí.

Si algo así me pasara solo tendría que coger un avión y mi vida cambiaría radicalmente. Y podría hacerlo, en cualquier momento. Pero millones y millones de personas no. No existe ese avión, no existe esa salida. Su salida es luchar sin medios para que su hijo con una enfermedad de ese calibre salga adelante, y tratar de darle la mejor vida posible, a él y al resto de hijos que seguramente tienen o tendrán. No puedo ni siquiera tratar de describir la vida de esa madre, mucho más joven que yo.

Y yo presenciaba esa situación, con el corazón encogido y un nudo en la garganta, pensando qué haría yo si me tocase vivir algo así. Pero no, nunca sería igual.

Por eso creo que es tan importante el trabajo del hospital, el trabajo de Alinafe, y el trabajo de África Directo. Estamos hartos de ver y escuchar historias de este estilo, de la dureza e injusticias que viven los países en vías de desarrollo, pero también hacemos callo y nos tocan poco y desde lejos. Pero cuando estás aquí, ves cómo llega esa ayuda, cómo se materializa. Y me preguntaba, qué sería de esta joven familia si no tuviesen el apoyo de Alinafe. Si no existiera el programa de fisio en el que alguien pudiera explicarles algunas cosas: primero, qué es lo que le pasa a su hijo, por qué no es como los demás, y segundo, qué ejercicios pueden hacer para estimularle, para que poco a poco mejore y la vida de todos sea un poco menos dura.

Me preguntaba qué hacen los millones de familias a los que no les llega este tipo de ayuda. Y a pesar de que se me encogía el corazón al pensarlo, me emocionaba al saber que al menos Alinafe está aquí para unos cuantos. Para unos cuantos muchos a los que da servicio y apoyo en el distrito de Nkhota Nkhota, al ser el único hospital en zona rural, justo en medio de las dos ciudades próximas.

Se ha hecho mucho trabajo, se está haciendo mucho trabajo, y aún queda mucho trabajo por hacer.

Yo nunca podré ponerme cien por cien en la piel de ellos, porque no he nacido aquí. Yo nunca voy a tener los mismos problemas. Siempre voy a tener una salida que por más que me gustaría no puedo compartir. Pero lo que sí puedo hacer es presenciar la salida que ofrece Alinafe, el alivio que supone, la ayuda que significa para estas familias. Y otra cosa que puedo hacer es contároslo. Para que lo sepáis. Para que el apoyo no deje de llegar. Para poner en valor el trabajo que se hace aquí, gracias en parte a la ayuda recibida de España, y para agradecer a todos y cada uno de los que, sin haber elegido donde nacer, si han elegido qué hacer con su vida y es hacer posible que esta joven familia, así como muchísimas otras más, tengan una opción de convertir su dura situación, en una vida un poco más llevadera. De traer esperanza al cálido corazón de África.

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Mi paso por Same

Bego Galan30-Dic, 2017

Hablar de Same es hablar de Lorena. Me vais a permitir que me tome el atrevimiento de hablar de ella sin haberla conocido personalmente, pero lo que más me impresionó de mi paso por Same es la presencia de Lorena en cada rincón.

No la he conocido personalmente, no, pero aun así su muerte me impactó muchísimo, especialmente al saber que había trabajado tanto en los sitios a los que me dirigía, primero Same en Tanzania, y luego Alinafe en Malawi.

Puedo imaginarme el dolor de su familia, de la gente que la quería, pero no sé por qué creo que, a pesar del horror, entienden y encuentran consuelo al saber que murió haciendo lo que amaba. Una persona que acepta un trabajo en una zona de conflicto como Afganistán, con el único objetivo de mejorar la vida de personas vulnerables, es una persona que entrega su vida por los demás, y no en el sentido figurado.

Lorena ha estado mucho tiempo en Same, una ciudad al norte de Tanzania, donde se encuentra Mama Kevina Hope Centre, un centro de rehabilitación para personas con diversidad funcional.

Durante años colaboraba desinteresadamente como voluntaria de Africa Directo, como fisioterapeuta en distintos lugares del continente, dejando su huella en cada uno de ellos.

Pero es impresionante la marca que ha dejado su paso en Mama Kevina.

En una de mis paradas de mi viaje por el Este de Africa, tuve la suerte de pasar unos días en Same, donde las sisters de Mama Kevina y Mother Kevin, ambos proyectos apoyados por África Directo, me acogieron como en casa.

Mama Kevina es un lugar realmente mágico. A pesar de estar pocos días, el cariño y el calor con el que me acogieron hicieron que fuera duro irme de ahí, casi con ganas de salir corriendo para no volver a encariñarme demasiado y partir con pena al despedirme de las personas que ahí viven, cosa que no pude evitar.

Sister Febronia y las demás hermanas hacen un trabajo excepcional, y África Directo está ahí presente para apoyar parte de su funcionamiento.

Pocos días antes de llegar durante este verano de 2017, me enteré de la terrible noticia de la muerte de Lorena. Sabía que era muy querida en Same, hacia donde me dirigía, pero no podía imaginar hasta qué punto.

Tanto, que, de camino en el autobús, se sentó a mi lado un hombre Masai, con sus trajes tradicionales, su bastón, y su amabilidad característica de los miembros de su tribu. Empezamos a charlar un poco, y con mis pocos conocimientos de suajili le hice entender a dónde iba. Mi sorpresa fue inmensa cuando me dijo que conocía el sitio y a algunas de las hermanas, pero lo más impactante fue cuando en un momento dado de la conversación, me preguntó por Lorena. Me quedé blanca sin saber bien qué decir, y finalmente le comuniqué que había fallecido. La cara del hombre era de asombro y pena, asintiendo con la cabeza y mirando al suelo tras darle la noticia. Al poco rato se despidió amablemente y se bajó del autobús para seguir su camino, en medio de la sabana africana. Me quedé pensando en la casualidad de que un hombre que vive en medio de la nada, se suba a mi autobús, se siente a mi lado y me pregunte por Lorena, ahí, tan solo unos días después de muerte. Lorena no sólo dejó su huella en el centro de Mama Kevina, si no que hasta personas de zonas remotas la conocían y la querían.

Cuando llegué a Mama Kevina, conocí a los niños que viven ahí, niños con diversidad funcional, física y psíquica. Y todos y cada uno de ellos me trató como a un miembro más de la familia. Cuando me acercaba a pasar el rato con ellos mientras estudiaban y leían, me dolía la cara de reír, pasándonoslo como enanos mientras leía en suajili y ellos se morían de risa, o mientras me preguntaban sin parar cosas de España. Pero todos tenían la misma pregunta, “¿Conocías a Lorena? Aquí la queríamos mucho”. Cada uno con el que hablé me dijo su nombre en algún momento, y la recordaban con un cariño sobrecogedor.

Cuando Sister Febronia me hizo el tour por el centro, casi en cada instalación se emocionaba recordando el trabajo que había hecho ella allí.

Fue una estancia corta, pero en la que disfruté mucho de la magia de ese lugar, de la alegría genuina de los niños, del amor que transmitían y del cariñoso recuerdo de Lorena.

No tengo palabras para describir la noche en que después de los rezos donde cantamos y bailamos durante horas, salimos recorriendo el centro, en plena oscuridad todos juntos mientras Messe encabezada el grupo bendiciendo con agua bendita cada rincón y el resto de niños le acompañaba mientras cantaban. Es uno de los momentos mágicos que me llevo en mi recuerdo, como me llevaban ellos a mi cogida de la mano.

Lo mejor de conocer Mama Kevina es ver la oportunidad que tienen estos niños que viven ahí, en un país donde tener una discapacidad supone problemas que en España ni nos imaginamos. Pero gracias a Mama Kevina están cuidados, trabajan juntos, estudian, hacen collares y pulseras preciosos con cuentas de colores y acogen al viajero o voluntario como a un miembro más de la familia.

Además de eso, cada día reciben a distintos niños que viven en las aldeas cercanas para hacer sesiones de rehabilitación. Nacer con una discapacidad en una zona remota de África en algunos casos puede ser como morir en vida, pero gracias a lugares como Mama Kevina la desesperación se transforma en esperanza, en superación y en oportunidades de futuro para salir adelante.

Y a eso es a lo que se ha dedicado Lorena durante varios años de su vida, a trabajar por estas personas, siempre con una sonrisa y con un gran sentido del humor como muchas veces me repetían los niños.

A pesar de no haberla conocido, le doy las gracias por el trabajo que ha hecho, del que su familia y amigos deben sentirse tremendamente orgullosos. Y gracias a África Directo por apoyar proyectos como este, y de llevar al encuentro a personas excepcionales como Lorena y todos los que viven en Mama Kevina.

De voluntaria a voluntaria, gracias Lorena, nunca olvidaremos tu entrega y amor por los demás, y me tomo como un regalo personal el haber sido testigo de ello en mi breve paso por Mama Kevina Hope Center.

Asante sana.

Informe desde BidiBidi

Brother Aloysius17-Dic, 2017
Uno de nuestros incansables socios locales, Brother Aloysius, nos envía un informe de la labor realizada en el campo de refugiados de BidiBidi, en Uganda. Gracias a todos los que lo hacéis posible!!!