Ondoru Foska
Ondoru Foska tiene seis hijos comprendidos entre los 15 años y los 8 meses de edad. Ella y su marido son catequistas en la basílica de Lodonga desde hace 10 años y son muy conocidos por la comunidad. Gracias a la ayuda de un misionero italiano de la congregación de los Comboni pudo completar toda la educación primaria en una época donde casi ninguna mujer podía acceder al sistema educativo ugandés.
Hace siete años comenzó en el programa de microcréditos y desde entonces ha recibido cuatro préstamos que le permiten tener ahora un negocio de venta de plátanos y, más importante, ser una de las productoras de levadura local más importantes de la zona. El proceso que sigue para producir puede parecer muy simple pero requiere de mucha experiencia, ya que cualquier fallo puede hacer completamente inservible la levadura.
Ella destaca por vender una de gran calidad gracias a sus más de ocho años de experiencia. Para ello compra granos de maíz y los deja sumergidos en agua durante dos días, justo hasta que empiezan a germinar.
Después los distribuye en una superficie donde los deja por una semana manteniendo siempre un grado de humedad concreto que les permita seguir germinando correctamente. Una vez el nuevo tallo alcanza los cuatro centímetros, los muele y deja secar el polvo resultante, para a continuación venderlo en el mercado local o a los clientes que van a su casa preguntando por esta conocida levadura.