Martha Ponie

Almudena de las Heras19-Feb, 2017

“Marthaaa poniiiiieeee” se oye en el campo de refugiados Bidi Bidi. Y Martha desde su sitio de siempre, sonríe y saluda buscando la mano del voluntario que la llama.

Martha es una sudanesa del sur constante en dos cosas: en su sitio de sentarse y en su sonrisa.  Debajo de un porche improvisado de hojas de palmera y ramas de mango, observa todo los que pasa a su alrededor, que no es mucho en esta zona del campo.

“Martaaaaa poniiieeeee” se vuelve a escuchar, y Martha levanta una mano con ayuda de la otra para estrechar la mano de quien la llama. Y sonríe.

Martha Poniee, minusválida de la zona 4, asentamiento 6, anexo B, número de identificación A 329 291. Pero Martha no es solo un número de archivo. Martha es una de las 20 discapacitadas que viven en este campo de refugiados de Bidi Bidi, al norte de Uganda. Beneficiaria de las 20 letrinas adaptadas que África Directo está construyendo este mes, junto a otras 460 familiares, en una de las zonas más vulnerables del campo.

Martha vive con su hijo Samuel, que cuida de ella. Samuel ha heredado el buen humor de su madre. Estos días Martha, está entretenida con las vistas desde su sombra preferida: han venido unos chicos muy jóvenes a cavar y construir sus letrinas. El voluntario también se sienta a su lado en silencio, absorto observando los trabajos de construcción. Entonces Martha habla en árabe algo que su hijo Samuel nos traduce: “ Gracias, gracias por construirme esta letrina”.

Quisiera con esta entrada al blog hacer extensible a todos este GRACIAS de Martha Poniee. Porque lo siento como un GRACIAS grande. Un gracias que se extiende a los donantes, a los voluntarios, a las familias de los voluntarios que les esperan y echan de menos. Gracias a las ONGs internacionales que trabajan para el campo, GRACIAS por las horas frente al ordenador, por las noches en vela y por el esfuerzo. Y es importante que llegue este GRACIAS a todos, porque a veces, el trabajo en un campo de refugiados tristemente se ve reducido a números y porcentajes. No podemos olvidar que los campos de refugiados no pueden ser confundidos con campos de concentración, aunque los nombres se vean sustituidos por números constantemente y las condiciones de vida en ellos sean muchas veces muy duras.

Un campo de refugiados es un lugar dónde seres humanos trabajan para el bienestar y la protección de otros seres humanos. Y eso no podemos olvidarlo. Por eso es importante el GRACIAS de Martha Ponie. Aún queda mucho por hacer, pero ella nos da las gracias por que sigue viva.