Premio DKV

Guadalupe Martin Laborda24-Nov, 2021COVID-19 , DKV , Premio

Mejora de las medidas protectoras frente al contagio por COVID

En plena pandemia, cuando en España escaseaban los respiradores un grupo de personas maravillosas, de distintos sectores, se unieron con un único objetivo: salvar vidas. Un grupo venia del Banco de Santander, otros médicos del Infanta Sofia, otros ingenieros, entre ellos podemos mencionar a Ricardo Larrainzar Garijo: Jefe de Servicio Cirugía Ortopédica y Traumatología y Profesor Asociado Cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Beatriz Arias Arcos: Neumología. José Sánchez-España Matarranz: Cirugía, y nuestro enlace Manuel Eduardo Dato.

El proyecto ha consistido en la fabricación de equipos de protección individual y ventiladores no invasivos – no convencionales- ¡¡a partir de las máscaras de buceo de la firma Decathlon!!
Dichas máscaras fueron adaptadas por un equipo multidisciplinar de médicos e ingenieros voluntarios españoles. Adquiridas por la Fundación Africa Directo y otras ONG y con la financiación y soporte logístico del Banco Santander fueron enviadas a diversos Centros hospitalarios de países de África y Centro América, totalmente carentes de material de protección contra el COVID, con el
fin de su utilización tanto por el personal sanitario como por los enfermos afectados.
A través de las oportunas pruebas de seguridad se demostró que las máscaras podían ser empleadas como alternativa provisional en ausencia de respiradores convencionales para pacientes con COVID-19 en insuficiencia respiratoria grave y como equipo de protección individual (EPI) en ausencia de instrumentos análogos sustitutivos homologados.

En los momentos más críticos de la pandemia, un grupo de médicos del Hospital Infanta Leonor, acuciados por la crudeza del desarrollo del virus, que requería de actuaciones urgentes, decidieron replicar el diseño de un equipo de protección individual (EPI), creado a partir de una máscara de buceo que se había hecho en hospitales de Italia. Consiguieron la donación de máscaras por
parte de Decathlon España y con la ayuda altruista de ingenieros del CESIC diseñaron unas piezas en 3D para su sellado, consiguiendo crear y usar de manera provisional pero a plena satisfacción estos “EPIs” para protección del personal médico.

Visto el éxito de su ingenio, el equipo de médicos valoró su posible utilización como Ventilador No Invasivo. Este reto, mucho mayor, requería reforzar el equipo creativo con conocimientos más especializados de ingeniería industrial, neumología y suministros médicos. Como consecuencia se incorporaron al grupo, bautizado a partir de entonces como equipo CoronaMask, neumólogos e
ingenieros de AIRBUS que emplearon su escaso tiempo libre en esta labor.  Así pues, la urgencia del momento y la necesidad de dar respuesta a la atención de los pacientes más graves, alimentó un entorno creativo y colaborativo al que se sumaron muchas más personas y del que nacieron distintos prototipos de adaptación de la máscara de buceo.

Conseguida la adaptación, y viendo que funcionaba, la pregunta que surgió entre los médicos del Infanta Leonor fue ¿Y si compartimos nuestra experiencia con quien pueda serle de ayuda en nuestra misma situación? Al igual que ellos se beneficiaron inicialmente del conocimiento compartido por los hospitales italianos quizá otros muchos lugares y médicos del mundo podían ahora
aprovecharse de la experiencia del hospital vallecano.

De esta ayuda específica nacieron en las siguientes semanas otras vías de colaboración entre los médicos del hospital y los empleados de Banco Santander que acaban llevándonos a ese momento en que Javier se presentó como voluntario sano a las pruebas de seguridad de las máscaras que, por cierto, se realizaron en el Centro Médico que el Banco tienen en su Ciudad Financiera de Boadilla, con el soporte logístico de su personal y con aparatos de medición adquiridos y posteriormente donados por el Banco al Hospital.

Hechas las pruebas y recabados todos los datos científicos necesarios, el siguiente reto fue derivar y compartir esta información en lugares donde la enfermedad estaba empezando a agravarse, especialmente en países con recursos limitados. De nuevo las conexiones del Banco con su red de filiales en el Mundo y sus acuerdos de colaboración con Africa Directo han servido de instrumentos divulgativos de la labor hecha por el equipo de CoronaMask. Perú, Haiti, Mozambique y Angola han sido los lugares donde se hicieron labores divulgativas más intensas con hospitales y médicos para dar a conocer las posibilidades de uso de las máscaras de buceo en la lucha contra la pandemia. Gracias a la labor altruista y voluntaria de muchas personas, se
pudieron enviar 345 mascaras adaptadas a Mozambique y Angola En este proyecto, tantas personas animadas por un objetivo común, han invertido su tiempo y esfuerzos para que los pacientes del COVID de países tan distintos y alejados puedan estarles agradecidos, pues gracias a esta adaptación ingeniosa han conseguido salvar la vida.